Principios del funcionamiento de la TC: escaneo, reconstrucción y evaluación
Para el escaneado de TC, la muestra (aquí: pieza fundición de aluminio) se coloca sobre la mesa giratoria (izquierda). Mientras se gira la muestra paso a paso en el haz de rayos X, se graban varios cientos de imágenes de rayos X 2D (derecha).
Para cada proyección 2D, se lleva a cabo una retroproyección y la imagen de la sección transversal se forma a medida que aumenta el número de proyecciones. Además, se aplican técnicas avanzadas de corrección, por ejemplo para los artefactos de endurecimiento de haz y dispersión (scatter).
Tras el procedimiento, se reconstruye el volumen total. Este modelo de un conjunto de datos de volumen tiene 6x6x6 vóxeles. A cada vóxel se le asocia un valor de gris en función de su absorción específica de rayos X.
La precisión y fiabilidad de la inspección dependen de la calidad de todos los pasos de adquisición, corrección y reconstrucción. El volumen de la TC resultante se puede cortar virtualmente en cualquier dirección. Se pueden segmentar diferentes materiales, detectar defectos, medir geometrías internas y llevar a cabo comparaciones nominales y reales.
Ejemplo: tareas de medición de coordenadas de comparación, análisis de porosidad/defectos, ensayo de premecanizado y evaluación estadística realizada sobre los datos volumétricos de una pieza moldeada de aluminio.