¿Qué es un ánodo?
El objetivo generalmente está hecho de tungsteno. No solo porque tiene un número atómico elevado, sino también por su alto punto de fusión (aprox. 3400 ˚C). Es esencial utilizar un material con un alto punto de fusión debido a la cantidad sustancial de calor que se disipa cuando el «bombardeo» de electrones se concentra (enfoca) en una superficie muy pequeña. Solo una parte (aprox. 0,1 % con 30 keV; 1 % con 200 keV; 40 % con 30 a 40 MeV) de la energía cinética de los electrones se convierte en radiación X; el resto se transforma en calor.
Enfriamiento del ánodo: el calor que acompaña a la producción de radiación X es bastante considerable, por lo que es necesario enfriar el ánodo. Esto se puede hacer de diversas formas: 1. por radiación natural 2. por convección 3. por circulación forzada de líquido o gas 4. por conducción
El punto focal: el área del objetivo que es impactada por los electrones, consulte la figura 2-4, se llama punto focal o «foco». Es esencial que esta área sea lo suficientemente grande para evitar un sobrecalentamiento local que podría dañar el ánodo. Sin embargo, desde el punto de vista radiográfico, el foco debe ser lo más pequeño posible para lograr la máxima nitidez en la imagen radiográfica. Esta «carga focal» se expresa en julios/mm2. Un objetivo de tungsteno puede soportar una carga máxima de 200 julios/mm2. Una carga mayor podría dañar el ánodo.
Tamaño efectivo del punto focal: las proyecciones del punto focal sobre una superficie perpendicular al eje del haz de rayos X se denominan «tamaño efectivo del punto focal» o «tamaño del foco», consulte la figura 2-4. El tamaño efectivo del foco es uno de los parámetros en radiografía, consulte la sección 11-1. El tamaño efectivo del foco debe ser lo más pequeño posible para lograr la máxima nitidez en la imagen radiográfica. Las dimensiones del foco se rigen por: 1. El tamaño del punto focal, y 2. El valor del ángulo α, consulte la figura.
Cabe señalar que cuando en radiografía hablamos del «tamaño del foco» sin especificarlo más exactamente, normalmente nos referimos al tamaño efectivo del punto focal. Los tubos de rayos X convencionales tienen tamaños efectivos de punto focal en el rango de 4 x 4 mm a 1 x 1 mm. Hay tubos de foco fino con puntos focales de 0,5 x 0,5 mm y tubos de microenfoque de hasta 50 μm de diámetro o incluso menos. El tamaño efectivo del punto focal se determina de acuerdo con el procedimiento descrito en la norma EN 12543. Para conocer un método alternativo práctico, consulte una sección posterior.